Nada en este sitio está pensado para convencer a quienes no bucean a iniciarse en la práctica del buceo deportivo o de cualquier otra actividad submarina. Si usted no es buceador sepa que nada que pueda encontrar en este sitio está dirigido a usted. Para aprender a bucear necesita instrucción personalizada; no puede aprender a bucear leyendo un blog, o 100.
En realidad tampoco está hecho con los buceadores principiantes en mente. Para ellos ya hay cientos y cientos, por no decir miles y miles, de publicaciones, sitios, páginas, foros y grupos de discusión con abundante información y artículos muy variados sobre todo lo que se nos pueda ocurrir y más aún; y sorprendentemente muchos de ellos poseen contenidos interesantes, aunque muchos parecen hacer fuerza en ser fuente aparentemente interminable de desinformación) . No es que haya algo malo con ser principiante, en absoluto, la gran llegada de nuevos buzos es lo que mantiene viva nuestra industria. Pero leer sobre prácticas de descompresión en estas páginas puede no ser adecuado para ellos por falta de visión de contexto (además me resisto a opinar sobre cómo elegir el mejor snorkel); esto no es un curso ni material de texto.
Lo que trato de evitar es la autocensura. Apuntar a un público principiante hace necesario cuidar al extremo lo que se dice y cómo se lo dice, para no ser mal interpretado. Me vería obligado a evitar tocar ciertos temas porque podrían ser vistos como malos consejos para el recién iniciado. Pero como creo que no debería haber temas tabúes, no dejaré de hablar de esto o de aquello para evitar darle malas ideas a alguien. Quien se encapriche y decida tirarse al agua e intentar algo que lea, aquí o en otro sitio, sin estar debidamente preparado para ello está actuando de manera irresponsable. Si eso realmente nos preocupa, no deberíamos hablar de buceo y punto.
Tampoco quiero caer en actitudes desconsideradas para con ellos, como ser el suponer que no pueden pensar por si mismos y que nosotros, los poseedores de la verdad y el conocimiento [1], tenemos que cuidar de ellos en forma constante para mantenerlos fuera de peligro [2]. Semejante actitud es extremadamente soberbia y por ser mucho más común de lo humanamente esperable se torna un poco triste y aburridora.
Como regla general no piense que las opiniones que aquí comparto se pueden aplicar a usted. Si no posee la experiencia suficiente para analizar lo que aquí comente, consulte con su instructor o con aquellos buzos que, poseyendo la experiencia y los conocimientos adecuados en el tema que sea, le sean de confianza. Si yo soy su instructor discutiremos en persona los puntos importantes; esto aquí es solamente una bolsa con ideas y notas.
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[1] Léase en tono burlón.
[2] ¿Qué pasará el día que no estemos allí con nuestra bien intencioanda tutela?