19 May
19May

 

Las buceadas dentro del límite de no descompresión [1] permiten al buceador ascender directamente a la superficie en cualquier momento de la misma, simplemente respetando las velocidades de ascenso recomendadas [2] [3] [4].

Los algoritmos de cálculo son complejos [5] y durante mucho tiempo no existían computadoras como las actuales. Por eso hace más de 100 años que se confeccionan tablas que permiten planear buceadas sin mayor esfuerzo. Las hay de diferentes tipos, elaboradas por diferentes organizaciones y algunas veces siguiendo diferentes criterios (algoritmos). Algunas son más conservadoras, otras menos. Al elegir cual utilizar deberíamos considerar cual es la mas se adapta a nuestras preferencias, intenciones, nivel de destreza y estado físico.

Hoy en día los programas de planificación y las computadoras de buceo nos permiten hacer un plan de buceo más flexible. Con ellos podemos ajustar a voluntad varios parámetros para planear la buceada de la manera que más nos plazca. Son básicamente tablas interactivas que nos brindan mucho más que un listado de profundidades y tiempos para planear buceadas. Las computadoras de buceo, por su parte, poseen una característica de interactividad, de registro y despliegue en tiempo real de la información de cómo se va desarrollando la buceada “en la que nos encontramos en ese momento” que es la que más utilidad nos brinda. Ella, en nuestra muñeca sabe cuanto tiempo hemos estado a qué profundidad y en base a ello ajusta sobre la marcha el tiempo de no descompresión que nos queda.

Tanto las tablas como los programas de planificación y las computadoras de buceo tienen criterios de diseño, parámetros de operación y entornos de aplicabilidad que es bueno conocer. Por ejemplo, las tablas de la Marina de los EEUU, que son unas de las mas difundidas, han sido confeccionadas para las operaciones de buceo de dicha fuerza naval [6]. Con el correr del tiempo han sido corregidas y adaptadas en base a datos empíricos recabados tanto en buceadas reales como en experimentos controlados. Esos experimentos fueron realizados con buceadores jóvenes, en buen estado físico y de salud, durante operaciones que cuentan con acceso rápido a cámaras de descompresión y con la presencia de técnicos y especialistas en medicina hiperbárica. Aún así en tales pruebas y en su uso posterior, la Marina acepta un margen de incidencia de problemas de descompresión del 1 o 2%. Semejantes niveles de tolerancia son inaceptables para buceadores recreativos que no cuentan con los respaldos operativos y técnicos de los buceadores navales.

Sea cual sea la tabla que siga, el programa de planificación que utilice o la computadora de buceo que posea, el buzo es responsable de seleccionar la herramienta en forma correcta y aprender a usarla antes de saltar al agua. A pesar de lo dicho reconozco que muchas veces el buceador novato no posee los conocimientos suficientes para realizar una decisión debidamente informada como ésta por si mismo. Muchas veces se ve obligado a aceptar de buena fe lo que su instructor le señala como más adecuado. La decisión de utilizar las tablas del Navy o las Bühlmann puede no ser para nada trivial. Mucho menos la de elegir un algoritmo neohaldeano o uno de burbujas en su computadora de buceo. ¿Cuán cautos se debe ser? No hay que perder de vista que los buceadores sin experiencia son los más propensos a cometer errores o verse abrumados por las circunstancias. Una actitud un poco más conservadora no vendría mal durante las primeras etapas.


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 [1] Límite fuertemente empírico que separa a aquellas buceadas, que según las reglas (algoritmos) de descompresión en uso, no requieren de paradas de descompresión obligatorias. Prefiero ese nombre “buceadas dentro del límite de no descompresión”, dado que me sumo a quienes sostienen que toda buceada es una buceada de descompresión; por ello la referencia al límite por debajo del cual no hay paradas obligatorias.
[2] Es ampliamente aceptado que la velocidad de ascenso es, en principio, 9 metros o 30 pies por segundo.
[3] También es práctica común reducir esa velocidad (¿a la mitad? ¿a un tercio?) para los últimos metros o pies del ascenso. Típicamente después de la parada de seguridad (o de la última parada de descompresión, si es aplicable).
[4] Para buceadas profundas, donde 1 atmósfera de presión de diferencia (10 metros o 33 pies) es una mera fracción de la presión ambiente, mayores velocidades de ascenso son comunmente utilizadas por algunos buceadores al comienzo del ascenso.
[5] Calculating the Non-Stop Time, Erik C Baker, https://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=8&cad=rja&uact=8&ved=2ahUKEwik3qeDp47pAhVhlXIEHTMdAMYQFjAHegQIAxAB&url=https%3A%2F%2Fwww.shearwater.com%2Fwp-content%2Fuploads%2F2012%2F08%2FNo-Stop_Time.pdf&usg=AOvVaw2HBEBaN0p7UjgBOpiHx6-v 
[6] Las tablas de la Marina de los EEUU no solamente son utilizadas para planear buceadas, sino que también otras organizaciones las toman como referencia para la elaboración de sus propias tablas.