Cuando hablamos de buceo, el seguir aprendiendo y avanzando nos da nuevos conocimientos y nos afianza los que ya teníamos. Nos convierte en mejores buzos de lo que éramos anteriormente, aún para aquellas buceadas que entren dentro de las categorías de certificaciones previas.
Un buceador que ha aprendido a realizar buceadas a profundidades de 40 metros o 132 pies, conocerá más sobre planificación de buceadas, solución de imprevistos, descompresión y sus efectos, y uso de equipamiento un poco más avanzado que cuando era solamente un buceador de aguas abiertas calificado para bucear hasta los 20 metros o 60 pies. Sus futuras buceadas, incluso a poca profundidad serán más seguras y estarán mejor planeadas que antes. Siguiendo la progresión, un buceador capacitado en procedimientos de descompresión será un mejor buceador, aun en buceadas sin paradas de descompresión, de lo que era antes de haber aprendido dichos procedimientos.
Pero el asunto es más intrincado aún. Todos quienes hayan escuchado sobre Trimix tal vez conozcan las ventajas que el Helio en la mezcla nos provee, ¡también para buceadas a 30 metros o 100 pies! Si, el Trimix usado en buceadas profundas, por ejemplo a 45 metros o 150 pies, también nos brinda ventajas en buceadas a profundidades recreativas. Después de todo muchos quienes bucean con Trimix elijen las proporciones de la mezcla para emular una profundidad narcótica de 30 metros o 100 pies, o menos. Esto es nada más ni nada menos que escoger la cantidad de helio para que el efecto narcótico de la mezcla sea el mismo que experimentaríamos respirando aire a, en este caso, 30 metros o 100 pies. Por lo cual si usted está buceando con aire a 36 metros o 120 pies, estará experimentando un mayor efecto narcótico que los buzos utilizando Trimix a 60 o 90 metros o 200 o 300 pies. En una buceada a 40 metros o 130 pies, ¿quién cree que se beneficiaría más de sufrir un menor efecto narcótico, un buceador experimentado, con cientos de buceadas, o uno novato con unas pocas decenas si utilizara Trimix?
Sin importar qué clase de buzo sea, el seguir aprendiendo siempre lo beneficiará de una manera u otra. Inclusive puede llegar a salvarle la vida, a usted o a sus compañeros de buceada. Saber solamente “lo justo” para participar en una actividad riesgosa, como lo es el buceo, puede traerle graves consecuencias y tal vez no sea la mejor estrategia. La gran segmentación que existe en cursos y certificaciones de buceo son una estrategia para masificar el ingreso de participantes y tenerlos buceando después de una pocas clases. No significa que al terminar su certificación de aguas abiertas ya sea sepa todo lo que hay que saber para poder bucear, incluso a esas limitadas profundidades. Dicha certificación debería ser vista en realidad como un mero permiso para practicar y seguir aprendiendo.
Por último, aprender no significa realizar un curso. Sea cual sea la certificación que posea, bucee, siga buceando, pregunte, lea, busque consejo profesional. No se quede exclusivamente con lo aprendido, guardado en su cabeza, y desempolvado una vez al año al irse de vacaciones.